Democratizar la lectura

La promoción de la lectura en nuestro país es una tarea compleja y urgente, que exige e involucra al Estado, al sector privado, y a la sociedad en general. Si aspiramos a dejar de ser un país en vías de desarrollo, es fundamental invertir en educación. Y ya sabemos que dinero hay.

Entonces, algunos aspectos de la educación deberán ser priorizados, como la lectura, la comprensión lectora, la creación y adecuación de bibliotecas escolares, y la formación de recursos humanos para ejecutar proyectos y programas que de manera sistemática, planificada y supervisada desarrolle la función educativa para apoyar la labor pedagógica en los centros educativos.


La infancia y la juventud, en general, no deben quedar excluidas del proceso de aprendizaje en comprensión lectora y crítica, incluso la gente adulta, porque a cualquier edad se puede continuar reeducándose a través de la lectura y la reflexión? La educación es un derecho para todos.


En la actualidad no podemos limitarnos a los textos escritos, también se debe promover la lectura en los textos audiovisuales (películas, cortometrajes, documentales) y la asistencia a las presentaciones teatrales, ensayar la dramatización y otras tantas estrategias que conducen al aprendizaje significativo.


Creo que a todos los niveles de la sociedad, debemos comprender qué es leer para llegar a entender por qué es importante leer. Leer no solo consiste en pasar la mirada de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Es decir, no podemos limitarnos a pensar que leer consiste en decodificar lo escrito, ya sea a través de la lectura silenciosa u oral. Este tipo de lectura corresponde a una concepción tradicional.

Estudios actuales sustentan que leer consiste en comprender lo leído. La comprensión nos lleva a la construcción de nuevos significados a partir de la lectura propuesta. Esta es  la vía para llegar a la lectura crítica. En general, leer es importante porque nos invita de manera directa a comprender la realidad que nos envuelve, y a preguntarnos cuál es la función que cumplimos en nuestro entorno. Nos permite ser más conscientes de nuestra identidad como seres humanos: quiénes somos, hacia dónde vamos, y por qué.

Para llegar a ser un lector crítico es necesario la formación lectora desde la infancia. (Aguilar, E. 2025). En nuestro país, tenemos que ofrecer a la infancia y a la juventud todos los textos y recursos considerados literarios, para que lean desde los libros, álbumes bien editados hasta las diversas sagas de novelas juveniles que están muy de moda, es leer en todos los todos los soportes, considerando en las edades más tempranas el papel, a la vez que acceden a la tecnología.


En muchos centros educativos, los niños, niñas, adolescentes y jóvenes tienen un panorama limitado con respecto al acceso de libros. En pocas ocasiones, podrán encontrar en las bibliotecas de su comunidad o provincia, algunos libros adecuados para su edad. Sin embargo, el uso de internet les facilita informarse a través de las redes. La tecnología los acompaña, en diversos grados.

Es necesario decir que grupos sociales, bibliófilos, docentes y ciudadanos de buena voluntad, quienes ante tantas limitaciones en sus escuelas y municipios, se convierten en héroes y heroínas, en titanes de la cultura, nunca se intimidan ante la lentitud burocrática de las entidades que deben liderar en este ámbito.

Por ejemplo, en las zonas rurales y suburbanas, ante la falta de bibliotecas escolares y públicas, el profesorado y otras organizaciones,  llevan libros para compartirlo con sus estudiantes. Las ferias de libros, por otra parte, son eventos importantes que cumplen con la función de promover la lectura. En este sentido, nuestro país está demostrando que se pueden realizar eventos culturales de alto impacto.


Sin duda, nos encontramos en la necesidad de desarrollar acciones contundentes para promover la lectura en todos los niveles, con el objetivo de democratizar la cultura.


La autora es docente en la Universidad Autónoma de Santo Domingo

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