Ludwig van Beethoven: «Aplaudid amigos, comedia finita est»

Ludwig van Beethoven​ es uno de los compositores más importantes de todos los tiempos. Nació en la Alemania de finales del siglo XVIII (Bonn, 16 de diciembre de  1770) y murió en Viena el 26 de marzo de 1827, totalmente sordo, enfermo de cirrosis y con fama de hombre de trato difícil.

Beethoven dejó alrededor de 240 obras, entre sinfonías, conciertos para piano, cuartetos de cuerda y una ópera. Recibió el reconocimiento a su obra ya en vida, y aun después de ella, personas que jamás han estudiado a Beethoven son capaces de reconocer sus sonatas al escuchar tan solo unas notas. 

Ludwig van Beethoven​ fue un niño muy precoz. Dio su primer concierto cuando solo tenía siete años de edad, a los 12 ya componía piezas a las que ponía extravagantes nombres como "Elegía sobre la muerte de un caniche".

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 El pequeño Ludwig no tuvo una infancia agradable porque su padre alcohólico quería ganar dinero con él cuando era un niño prodigio. A menudo lo levantaba de la cama en medio de la noche y lo obligaba a practicar el piano. 

Beethoven tuvo que mantener económicamente a su familia, lo que le llevó a dejar la escuela a los 11 años. Sin embargo, siempre le interesó formarse por su cuenta y leyó a los grandes filósofos y pensadores. Fue la principal fuente de ingresos de su familia.

Una de las obras más conocidas de Beethoven es su pieza para piano "Para Elisa" ("Für Elise"), estaba dedicado a Elisabeth Röckel, una cantante de ópera alemana a la que llegó a proponer matrimonio. 

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Elisabeth Röcke

Tras la muerte del músico, se encontraron una serie de cartas de amor a una dama desconocida que ha pasado a la historia como la "amante inmortal". Durante años se ignoró quién podría ser esta misteriosa mujer, ¿sería su Elisa? En biografías recientes se apunta a Antonie Brentano, una mujer casada que pertenecía a una importante familia. 

330px-Antonie_Brentano3  Ludwig van Beethoven: «Aplaudid amigos, comedia finita est»
Johanna Antonie Josefa Edle von Birkenstock ( Antonie Brentano)

Una de las curiosidades de Beethoven más conocidas y sorprendentes es que perdió la audición a los 27 años. A los 48 estaba completamente sordo. Según las últimas investigaciones, se dice que fue el resultado del "tifus". Sin embargo, continuó componiendo, ya que podía imaginar los tonos y su armonía en su cabeza.

Hoy sabemos que los intentos de curación solo en ese momento fueron muy dolorosos y provocaron inflamaciones adicionales en el oído, que le convirtieron en el solitario y excéntrico hombre que fue. 

La Sonata para piano n.º 14 en do sostenido menor «Quasi una fantasia», Op. 27, n.º 2, popularmente conocida como Claro de luna, estuvo dedicada a una estudiante a la que el compositor daba clases, Julie Guicciardi.

Sin embargo, este nombre con el que ha pasado a la posteridad no le fue dado hasta 1832, cinco años después de su muerte. El poeta alemán Ludwig Rellstab dijo que el primer movimiento sonó como la luz de la luna brillando sobre el lago de Lucerna, y el nombre se quedó.

 Beethoven no solo estaba interesado en la música, sino también en la filosofía, la literatura y la política. En su primera fase musical le gustaba evocar lo heroico en las personas. En aquel entonces, estaba entusiasmado con la Revolución Francesa y dedicó su tercera sinfonía, la "Eroica", a Napoleón. Después de que Napoleón se coronó emperador en 1804, Beethoven, furioso, borró esta dedicatoria de la portada de la partitura.

Beethoven pasó los últimos años de su vida casi totalmente aislado por la sordera, relacionándose solamente con algunos de sus amigos a través de los «cuadernos de conversación», que le sirvieron como medio de comunicación.

 El 20 de marzo escribió: «Estoy seguro de que me iré muy pronto». Y el día 23, entre los estertores del moribundo, algunas fuentes indican que exclamó: «Aplaudid amigos, comedia finita est» («La comedia ha terminado»), un final típico de la comedia del arte, aunque en 1860 Anselm Hüttenbrenner negó que Beethoven hubiera pronunciado tales palabras.

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